RECIDE Revista Científica del Centro de Investigación y Desarrollo
ISSN en línea: xxx-xxx, Volumen I - 2021 – Pág. 66
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Orientaciones actuales en la formación continua del docente universitario
Current Orientations in the Continuous Training of the University Teacher
Darío Martínez Oviedo
Universidad Tecnológica Intercontinental
Fernando de la Mora – Paraguay
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Artículo recibido: mayo de 2021
Aceptado para publicación: junio de 2021
Conflictos de interés: Ninguno que declarar.
Resumen
El presente artículo abordó las orientaciones actuales en la formación continua del docente Universitario, siendo un tema que impacta por los distintos y frecuentes cambios sociales. El tipo es de compilación, con una lógica lineal. Se encuentra estructurado en bloques. En él se elevó como pregunta específica ¿Qué orientaciones debe abarcar la formación continua del docente referente a la dimensión humana?, el cual abarca los aspectos afectivos, intelectuales y psicomotores. ¿Qué orientaciones debe abarcar la formación continua del docente referente a la dimensión académica/disciplinar?, esto conlleva la preparación permanente y continua en al área del saber de cada docente de acuerdo con la titulación obtenida. ¿Qué orientaciones debe abarcar la formación continua docente referente a la dimensión pedagógicas?, las cuales abarcan el conjunto de saberes orientados a conocer, comprender y participar críticamente de los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
Palabras clave: Formación continua, dimensión humana, dimensión académica/disciplinar, dimensión pedagógica
Abstract
The present monograph addressed the current orientations in the continuous training of the University teacher, being a subject that impacts by the different and frequent social changes. The type is compiler, with linear logic. It is structured in blocks. In it, a specific question was raised: What orientations should be covered by the continuous training of the teacher regarding the human dimension? which covers the affective, intellectual and psychomotor aspects. What orientations should be covered by the continuous training of the teacher regarding the academic/disciplinary dimension? This entails the permanent and continuous preparation in the area of knowledge of each teacher according to the degree obtained. What orientations should be covered by continuous teacher training regarding the pedagogical dimension which encompass the set of knowledge aimed at knowing, understanding and critically participating in the teaching and learning processes.
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Keywords : Continuous training, human dimension, academic/disciplinary dimension, pedagogical dimension
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Cómo citar: Martínez Oviedo, D. (2021). Orientaciones actuales en la formación continua del docente universitario. Revista RECIDE, 1(1), 66–74. Recuperado a partir de http://www.utic.edu.py/revista.recide/index.php/revistas/article/view/5
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Introducción
Hoy en día toda universidad exige de su plantel docente que desarrolle a través de orientaciones las dimensiones humanas, académicas, pedagógicas entre otras, las cuales conllevan a la superación en la profesión. Dándose así importancia a los criterios para el sistema de selección docente. Para que las dimensiones citadas se logren de manera positiva se debe establecer una formación continua ya que los cambios sociales y tecnológicos influyen a un proceso de adaptación e innovación.
Huberman (2004 en Rivera 2008) entiende la formación continua como la oportunidad de aprendizaje durante toda la vida.
Por lo que la formación del docente se refiere al desarrollo continuo de la profesión, considerándose en él desde la formación inicial del docente y el desarrollo profesional.
A través de la formación continua del docente se obtiene personas destacadas y con vocación a la profesión de la docencia, reteniendo así a los mejores e incentivarlos a realizar su mejor esfuerzo para el desarrollo continuo, construyendo una profesión con un alto nivel de conocimiento, adquiriendo capacidad y experiencias, asociadas a la responsabilidad y autonomía.
Formarse permite al docente ser un factor humano valioso para las universidades donde es respetado por su idoneidad, con lo cual sustenta y argumenta sus actos en la vida profesional.
Actualmente ser docente es complejo, pues además del dominio de su área del saber, debe manejar estrategias pedagógicas para la enseñanza aprendizaje, manejo de tecnologías de la información, conocimientos en investigación científica, entre otros.
La problemática conlleva a la formulación de la siguiente pregunta genérica:
¿Cuáles son las orientaciones actuales en la formación continua del docente universitario?
La cual se desglosa con:
¿Qué orientaciones debe abarcar la formación continua del docente referente a la dimensión humana?
¿Qué orientaciones debe abarcar la formación continua del docente referente a la dimensión académica/disciplinar?
¿Qué orientaciones debe abarcar la formación continua docente referente a la dimensión pedagógicas?
Obteniéndose de esta manera como objetivo general:
Distinguir las orientaciones actuales en la formación continua del docente universitario
Del mismo se pueden obtener los siguientes objetivos específicos:
• Reconocer las orientaciones que abarca la formación continua del docente referente a la dimensión humana.
• Determinar las orientaciones que abarca la formación continua del docente referente a la dimensión académica/disciplinar.
• Identificar las orientaciones que abarca la formación continua del docente referente a la dimensión pedagógicas.
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• Distinguir las orientaciones actuales en cuanto a la formación continua del docente universitario
Este trabajo es una monografía de tipo compilación, donde se presentan y analizan un tema, a través del resultado de revisión de fuentes bibliográficas.
Orientaciones en la dimensión humana
En Filosofía, ciencia e ideología, cómo la Filosofía se hace ciencia con el Marxismo, se lee:
Se instruye cuando se ejercita al estudiante en una determinada técnica o arte de hacer, ya sea en la producción material o espiritual; se enseña cuando se trasmiten conocimientos, bien sea de una técnica o arte de hacer, o bien, la historia de un pueblo, el proceso seguido por la revolución, las leyes de una ciencia, etcétera. En el concepto de enseñanza entra la instrucción y algo más, y se educa cuando se forma al hombre. Y como la formación incluye la instrucción y la enseñanza, es eso y algo más, porque desarrolla convicciones, modos de pensar, sentir y actuar: modos de vida. (Garcia, 1980)
En la detección de las necesidades de formación pedagógica a la elaboración de un plan de formación en la universidad, se menciona; “Cuando la formación permanente no solo está diseñada para aportar conocimientos, sino también las herramientas imprescindibles para que cada profesional encuentre respuestas a sus dificultades se puede afirmar que es una formación que ha alcanzado el éxito” (Aránega, 2013, p. 4).
En el libro La Ingeniosa ciencia de la integración, puede leerse:
El aprendizaje activo no es una práctica específica. Hay muchas prácticas concretas que podríamos asociar con aprendizaje activo. Él lo denomina como un concepto de enseñanza, hacer significativo el aprendizaje, o de hacer divertido el proceso de aprendizaje para motivar a los alumnos a participar. Estos conceptos no son prácticas sino ideas, y hay que escoger o inventar métodos concretos para llevar esas ideas a la práctica en la clase. (Bennett & Rolheiser, 2001).
En Prácticas innovadoras en la formación docente, se señala:
En el abordaje de la problemática de la formación se tiene en cuenta, en primer lugar, el pensamiento de la corriente francesa, en especial de Ferry, para quien la formación es la construcción del propio camino de desarrollo profesional e integral, una trayectoria personal, a través de la búsqueda en sí mismo y en los otros. Formarse ...es objetivarse y subjetivarse en un movimiento dialéctico que va siempre más allá, más lejos. En este concepto, las propuestas institucionales pueden colaborar a que otro se desarrolle trabajando sobre sí mismo, a través de la puesta en acción de mediaciones posibilitadoras de ese proceso. (Lucarelli, 2004).
En la Alegría de ser Educador se lee
Sabemos que tenemos que captar la atención de nuestros alumnos, meterlos dentro de la carpa, por así decirlo. Los más creativos entre nosotros lo hacen como Elías, por instinto. Algunos contagian a sus alumnos, como aquella profesora de astrofísica cuyo entusiasmo era tan palpable que sus alumnos contraían el virus del aprendizaje, el virus de enseñarse a sí mismos. Algunos son como la maestra de jardín, que está
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dispuesta a empaquetar cada tema en un juego de aprendizaje. Otros hacen atractivos a los temas mismos, de modo que es el tema mismo el que atrae. (Smith, 2010, p. 53)
Como resultado del análisis en base a los autores propuestos se resume que formar al docente en cuanto a dimensión humana es fundamental para su formación integral, consolidando la enseñanza con valores positivos, en las cuales se pueden mencionar entre las orientaciones a ser punto de formación los siguientes:
- Conocer las principales leyes, políticas relacionadas a la educación.
- Combatir conductas de divisionismos dentro y fuera del aula.
- Saber comunicar en la docencia.
- Inteligencia emocional en el docente.
- Capacidad creadora.
- Educación moral.
- Capacidad comunicativa.
- Personalidad alegre, cálida, emotiva y positiva.
- Herramientas de motivación.
- El sentido del humor en los docentes.
- Autoevaluación.
- Disfrutar del trabajo.
Los docentes poseen impacto en la vida de los alumnos es por ello que deben saber motivarlos a construir y alcanzar sus sueños y así ser capaces de impactar a la sociedad y formar un mejor futuro.
Es por todo esto que la formación del docente en cuanto a dimensión humana no debe descuidarse ya que en él se enfatizan las diferentes posibilidades del desarrollo de la persona.
Orientaciones en la dimensión académica/disciplinar
En El perfil del profesor universitario de calidad desde la perspectiva del alumnado, se lee: “Que puede afirmarse que la meta primordial de la enseñanza universitaria es, a grandes rasgos, la consecución de la óptima preparación de los profesionales del futuro” (Martínez, García y Quintanal, 2006).
En Los profesores como intelectuales, se aprecia lo siguiente: “Al adoptar esa postura crítica y reconstruir a la vez nuevas teorías y prácticas educativas, los docentes de las aulas pueden contribuir a elevar su propia conciencia política, la de sus colegas y la de sus alumnos” (Giroux, 2003, p. 215).
En Aspectos generales y primeros avances para el encuadre de una investigación sobre el conocimiento profesional específico del profesorado. Aparece: “Reconocer un conocimiento profesional sin su carácter académico disciplinar no constituye legítimamente un aporte a la reivindicación del profesor como intelectual, como trabajador de la cultura y como productor de conocimiento” (Perafán y Tinjacá, 2014, p. 51).
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En El bienestar de los docentes, se aprecia lo siguiente:
Lo que diga y la forma de decirlo tiene que estar en concordancia, de manera que no transmita mensajes contradictorios. Su lenguaje corporal y las palabras y las palabras que empleen no deben translucir el temor. Deben ser los docentes concretos con respecto a sus necesidades y saberes. Cuanto más concreto sea, más probable es que se atiendan sus necesidades o que se alcance un compromiso aceptable. (Holmes, 2014, pp.88-89)
Con los avances tecnológicos, sociales, se vuelve necesidad seguir formando a los docentes en su área del saber esto incluye saberes precisos para la apropiación creativa del conocimiento de la disciplina al cual corresponde la titulación, considerándose como objeto de enseñanza.
La orientación en la dimensión académicas/disciplinar contiene la contextualización, la lógica y la legitimación del conocimiento disciplinar, los desarrollos científicos y técnicos propios de la disciplina a la cual pertenece; teniéndose en cuenta las problemáticas actuales.
Orientaciones en la dimensión pedagógica
En la conferencia Retos del sujeto de la educación ante el momento Histórico, se habló sobre: “Es la educación y la pedagogía uno de los nudos o focos de relaciones en las que nítidamente se entrelazan una serie de mecanismos de reproducción de saberes y poderes” (Lizarraga, 1996, p. 31).
En La Formación Pedagógica del Docente Universitario. Se plantea:
La formación en docencia universitaria debería también contribuir al desarrollo y a la difusión de conocimientos cuestionando la legitimación histórico-oficial del conocimiento pedagógico mecanicista, que tanto daño ha ocasionado a la formación en docencia universitaria. Debemos analizar el 17 contenido y la forma de la formación que se está realizando. Analizar qué modelo relacional y de transmisión se utiliza en la formación… deberíamos ser más conscientes del compromiso social y de la necesidad de revisar los procesos formativos y de romper el modelo de aula cerrada, ya que éste no sólo genera una labor individual sino que ocasiona ciertos problemas de comunicación entre el profesorado, e incluso impedir que tenga lugar un fenómeno imprescindible en toda labor profesional como es el intercambio colaborativo de la propia teoría práctica docente. (Imbernón, 2011 pp. 392-395)
En ese sentido, en, El asesoramiento pedagógico para la formación docente del profesorado universitario. Versa:
Toda universidad que desea tener éxito en las tareas que realiza, necesita un profesorado cualificado no solo en lo disciplinar, sino también en lo pedagógico, y más aún: en lo que la sociedad demanda, por tanto, como una actividad compleja e incierta, en la enseñanza influyen diversas variables que, a pesar de su rigurosidad, pueden flexibilizarse de tal forma que se pueda preparar a los profesores para que puedan llevarla a cabo satisfactoriamente. (Mayor et al, 2007)
En La Formación del Profesorado Universitario y Su Influencia en el Desarrollo de la Actividad Profesional. Se anuncia: “El conocimiento pedagógico también debe someterse a procesos de innovación” (Caballero 2013, p. 394)
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En La formación docente:
Una clave para la mejora educativa. Se opina que: Los procesos de asesoramiento, entendidos como recurso de cambio y mejora educativa, deben intentar proporcionar a los centros el apoyo necesario para guiar y orientar el conocimiento y las estrategias necesarias para que puedan elaborar sus propios proyectos, desarrollarlos y evaluarlos. (Murillo, 2008, p. 3)
De acuerdo con los actores citados se puede expresar que muchas de las veces, los docentes universitarios tienden por actualizarse en cuanto a su campo disciplinar o del saber, pero se muestran de manera desinteresada por conocer sobre pedagogía. En este sentido las universidades son responsables de crear políticas que promuevan la formación pedagógica.
La formación continua involucra la actualización de conocimientos, habilidades y actitudes, no solo en el propio campo disciplinar sino también en lo pedagógico, el cual contribuye a perfeccionar las practicas docentes, ya que con ello pueden comprender y diseñar una planificación.
Conclusión
Se debe tener muy presente que el docente es uno de los actores en todo proceso de enseñanza- aprendizaje; ya no es considerado un simple transmisor de conocimiento, sino, es el profesional encargado de guiar a los estudiantes al logro de nuevas competencias. Es por ello por lo que el docente debe pasar por procesos de formación continua, siendo estos requisitos principales para lograr una educación universitaria de calidad
Existen diferentes tipos de orientaciones, dentro de la formación continua del docente, de acuerdo con las diferentes dimensiones que debe reunir para desenvolverse en la vida profesional, entre las más importantes se encuentran las dimensiones humanas, académicas/disciplinar y las pedagógicas.
Respondiendo a la primera pregunta de investigación, las orientaciones en cuanto a la dimensión humana comprenden los aspectos afectivos, intelectuales y psicomotores que serán contenido de formación continua, los docentes no cuentan con un poder mágico para que los alumnos aprendan, es la creatividad aplicada a la preparación y ejecución de clases las que ayudan a lograrlo.
En cuanto a la segunda pregunta de investigación, las orientaciones en la dimensión académicas/disciplinar abarcan la preparación permanente y continua en al área del saber de cada docente de acuerdo con la titulación obtenida, esto no solo beneficia al docente sino al mismo tiempo a los alumnos, a través del enriquecimiento de los contenidos.
Como resultado de la tercera pregunta de investigación que versa sobre las orientaciones en la dimensión pedagógica, las mismas engloban el conjunto de saberes orientados a conocer, comprender y participar críticamente de los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Contribuyendo en la profesión docente en el diseño, implementación y evaluación de proyectos pedagógicos, curriculares, institucionales y de gestión educativa.
En América Latina, la formación continua en la docencia universitaria ha tenido ciertos avances, aunque aún existen limitaciones y barreras que deben ser superadas. El cambio es un proceso de desarrollo que contempla actitudes, comportamientos y habilidades.
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Referencias
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Aránega, S. (2013). De la detección de las necesidades de formación pedagógica a la elaboración de un plan de formación en la universidad. Barcelona: Octaedro.
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García Galló JG. (1980) Filosofía, ciencia e ideología, cómo la Filosofía se hace ciencia con el Marxismo. La Habana: Editorial Científico-Técnica.
Giroux, H. (1990). Los profesores como intelectuales. Barcelona: Editorial Paidós.
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Holmes, E. (2014). El bienestar de los docentes. Guía para controlar el estrés y sentirse bien personal y profesionalmente. Madrid, España: Narcea S.A. Ediciones.
Imbernón, F. (2011). La Formación Pedagógica del Docente Universitario. Educación, Santa María, Vol. 36(3), pp. 387-396.
Lizárraga, A. (1996). Retos del sujeto de la educación ante el momento Histórico (Conferencia, UPN, 1996). Mexicali, B.C.
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Murillo, F. (2006). La formación docente: Una clave para la mejora educativa.
Modelos innovadores en la formación inicial docente. Una propuesta por el cambio. Chile: Andros Impresores.